El doctor Henry Spencer es un eminente científico quien ha hecho grandes aportaciones a la ciencia moderna.
Cierto día al salir del aeropuerto es asesinado por un conductor, su familia queda destrozada, su padre el doctor William Spencer piensa que sería un crimen desperdiciar el talento de su hijo, acto seguido; extirpa el cerebro del cadaver de su hijo, al poco tiempo construye un cuerpo robótico y entonces Henry vuelve a la vida.
Al principio está en desacuerdo con la resucitación, pero su padre lo convence de quedarse vivo, todo se complica cuando su hermano comienza a salir con la supuestamente viuda de Spencer.
Un filme maravilloso de los años 50, no es el típico donde un científico loco construye un robot asesino, aqui todos están unidos de algún u otro modo a través de los lazos familiares, la filantropía y el amor.
Exquisito, simplemente exquisito.