Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal skull de Steven Spielberg (2008)
Siempre me gustaron las de Indiana Jones y su regreso al cine no me lo podía perder, ya que ninguna de la trilogía original me tocó.
Para mi ésta cuarta entrega cumple y cumple bien. Rescata todos los elementos que habían hecho de las otras, buenas películas. Indiana Jones sigue siendo el héroe medio bobo que constantemente se encuentra metido de dificultades por sus propios errores pero que en el largo plazo resultan excelentes planes. Además, sigue teniendo ese toque con las damas que en todas las películas lo ha distinguido. Y, por si fuera poco, toneladas de acción desde el principio hasta el final.
Me gustó la forma en que ligaron ésta historia con el resto de la saga. Aunque personalmente considero que sí se tardaron mucho en hacerla; hay que reconocer que Harrison Ford ya se ve ruco y como que le cuesta salvar al mundo.
La reintroducción de Marion Ravenwood se me hizo un detallazo. Marion es la chica Jones de The lost ark, –que por cierto en esa película bellísima. Ahora, 20 años después, a sus 50 la historia es otra– y ahora es la valiente madre del hijo del arqueólogo. Meter a Shia LaBeouf como el hijo de Indie estuvo bien (esa es una buela elección no como el Anakin que eligieron para la nueva trilogía de Star Wars).
A pensar de que me gustó mucho, hay tres cosas que no me convencieron. En primer lugar, Indiana Jones metido volando en un refri tras una explosión nuclear, segundo, Mutt Williams saltando de liana en liana, cual Tarzán; y en tercer lugar, Cate Blanchet, aunque es sensato reconcer que su frialdad y fealdad se ajustan al papel de mano derecha de Satlin.
Para mi ésta cuarta entrega cumple y cumple bien. Rescata todos los elementos que habían hecho de las otras, buenas películas. Indiana Jones sigue siendo el héroe medio bobo que constantemente se encuentra metido de dificultades por sus propios errores pero que en el largo plazo resultan excelentes planes. Además, sigue teniendo ese toque con las damas que en todas las películas lo ha distinguido. Y, por si fuera poco, toneladas de acción desde el principio hasta el final.
Me gustó la forma en que ligaron ésta historia con el resto de la saga. Aunque personalmente considero que sí se tardaron mucho en hacerla; hay que reconocer que Harrison Ford ya se ve ruco y como que le cuesta salvar al mundo.
La reintroducción de Marion Ravenwood se me hizo un detallazo. Marion es la chica Jones de The lost ark, –que por cierto en esa película bellísima. Ahora, 20 años después, a sus 50 la historia es otra– y ahora es la valiente madre del hijo del arqueólogo. Meter a Shia LaBeouf como el hijo de Indie estuvo bien (esa es una buela elección no como el Anakin que eligieron para la nueva trilogía de Star Wars).
A pensar de que me gustó mucho, hay tres cosas que no me convencieron. En primer lugar, Indiana Jones metido volando en un refri tras una explosión nuclear, segundo, Mutt Williams saltando de liana en liana, cual Tarzán; y en tercer lugar, Cate Blanchet, aunque es sensato reconcer que su frialdad y fealdad se ajustan al papel de mano derecha de Satlin.