Hellboy de Guillermo del Toro (2004)
Esta sólo la había visto una vez, cuando salió. Nunca he estado muy familiarizado con el comic, entonces pues llegué en blanco y sin saber que esperar. La neta, en aquella ocasión, no me gustó mucho, por un par de razones particularmente.
En primera, cuando hablas de super héroes esperas seres súper hábiles capaces de hacer cualquier cosa (posean o no poderes), pero con Hellboy no pasa así. Ves la película y te encuentras con un muñecote acartonado que según puede hacer mucho pero que no se la crees. Para mi, luce muuuy poco, sino es que nada. Te quedas con una sensación de incredulidad con un "¿A poco si?"
Por otra parte, no me gustó fue el diseño de las criaturas malvadas que combate Hellboy. Siendo una historia con fundamentos teológicos, no me gustó la forma en que representaron a Samael, como un perrote irracional. Prefiron mil veces las versiones antropomorfas de los demonios, así como el mismo Hellboy que también es un demonio.
Lo único que retuvo mi atención, fue la historia de amor entre Hellboy y Liz Sherman, relación de la que no me acordaba. Y tal vez me di cuenta de esa parte de la historia por lo que estoy viviendo actualmente (y desde hace tiempo) y porque todos esos sentimientos habían siendo alborotados por el efecto WALL-E. De otra forma la película no me hubiera vuelto a gustar. Bueno, en realidad, en general, la película no me gusta, sólo lo que ocurre entre ellos dos. Se me hizo chistoso encontrarme a mi mismo, generando empatía con Hellboy cuando éste quiere deshacerse de Mayer, por tratar conquistar a su chica.
Y bueno, la vi otra vez porque como ya venía la secuela, quería tener presente la primer parte.
En primera, cuando hablas de super héroes esperas seres súper hábiles capaces de hacer cualquier cosa (posean o no poderes), pero con Hellboy no pasa así. Ves la película y te encuentras con un muñecote acartonado que según puede hacer mucho pero que no se la crees. Para mi, luce muuuy poco, sino es que nada. Te quedas con una sensación de incredulidad con un "¿A poco si?"
Por otra parte, no me gustó fue el diseño de las criaturas malvadas que combate Hellboy. Siendo una historia con fundamentos teológicos, no me gustó la forma en que representaron a Samael, como un perrote irracional. Prefiron mil veces las versiones antropomorfas de los demonios, así como el mismo Hellboy que también es un demonio.
Lo único que retuvo mi atención, fue la historia de amor entre Hellboy y Liz Sherman, relación de la que no me acordaba. Y tal vez me di cuenta de esa parte de la historia por lo que estoy viviendo actualmente (y desde hace tiempo) y porque todos esos sentimientos habían siendo alborotados por el efecto WALL-E. De otra forma la película no me hubiera vuelto a gustar. Bueno, en realidad, en general, la película no me gusta, sólo lo que ocurre entre ellos dos. Se me hizo chistoso encontrarme a mi mismo, generando empatía con Hellboy cuando éste quiere deshacerse de Mayer, por tratar conquistar a su chica.
Y bueno, la vi otra vez porque como ya venía la secuela, quería tener presente la primer parte.