jueves, 19 de febrero de 2009

el vago #14 - ואלס עם באשיר


ואלס עם באשיר de Ari Folman (2008)




Pareciera que nos pusimos de acuerdo para verla, por lo menos la mayoría de nosotros.

Definitivamente es toda una revelación cinematográfica. De entrada es una especie de mezcla entre documental y ficción. Por un lado, tenemos una serie de entrevistas conducindas por el propio protagonista que relatan la invasión militar por parte de Israel a Líbano, ocurrida en 1982 (de acuerdo con los datos que maneja Pustulio).

Por el otro, la misma recreación de los recuerdos que va armando (con el fin de descifrar lo único que Ari Folman puede recordar), son una representación de lo que realmente ocurrió, y se presentan como el elemento ficticio, aunque en sentido estricto no lo son. Más bien, es en la estructura narrativa donde se hace presente esa sensación de película "normal".

Hablar de la animación es darle vueltas al asunto. Para mi, todo es tan sencillo como decir, le queda perfectamente. Creo que la película no se pudo hacer de otra manera. Justamente el elemento que detona el desarrollo de la película, la pesadilla, da pie para que se le pueda dar tal tratamiento a la historia.

Ahora, me llamó mucho la atención que se produjera una película con un contenido tan serio. Honestamente no manejo el caso que se aborda, pero por algunos elementos es fácil llegar a algunas conclusiones tentativas.

Se reconoce (desconozco el estatus oficial) que se llevaron a cabo actos de genocido durante la operación militar. Líbano es un país donde el 59% de la población práctica el Islam, en otras palabras, es una nación con una importantísima presencia musulmana. Por lo tanto, y debido al conflicto árabe–israelí que subyace, que los mismos judíos reconozcan internacionalmente que se masacró a la población libanesa son palabras mayores.

En Israel, la película se estrenó en junio de 2008. No me quiero imaginar que habría pasado de haber sido estrenada a finales de año, cuando la tensión entre ambas naciones alcanzó niveles críticos.

Por último, la música es una delicia. Una mezcla, también, entre electrónica y música sinfónica (o por lo menos no sintética). Corran a conseguir el soudtrack, pero antes vean la película.