Carl Dreyer tiene mucha influencia de David Wark Griffith, no obstante su película Vampyr es una imperante necesidad por seguir la corrietne impresionista del país coproductor.
David Gray, un joven estudiante de ciencias ocultas, llega a una posada donde un anciano le entrega un sobre para ser abierto tras su muerte. Después, se dirige hacia un castillo donde vive una bruja. Gray poco a poco empieza a confundir lo real con lo sobrenatural.
Esta bien, pero lo maravilloso del Expresionismo son los escenarios ficticios pintados a mano y Dreyer es bastante detallista en planos cerrados por eso se hace un poco tediosa, sin embargo no deja de ser una joya del cine de terror.