
La historia es muy fácil, Julie Christie tiene alzheimer y es hospitalizada para que su esposo trate de vivir una vida normal sin las broncas que acarrea vivir con alguién con esta enfermedad, lo difícil es que en 44 años nunca se han separado y el no quiere estar lejos de ella.
Una película sin clichés que esta padre para aquellos que odian las cosas cursis como noches púrpura.