Gus siempre sabe como hacer de lo común algo extraordinario, uno nunca pensaría que un grupo de patinetos fuera menos que interesante pero él siempre sabe buscar historias maravillosas en los peores lugares.
La película tiene una narrativa maravillosa en la que el principal protagonista es el sonido. Tengo muy en la mente la escena del rompimiento del protagonista con su novia (quien por cierto es la onda) donde todos sabemos lo que pasa pero sólo oímos música y vemos gestos.
Impresionante.
La historia está muy bien armada aunque el final deja mucho que desear, esta muy buena es de lo mejoricto de este mes.
