Esta es la conclusión del ciclo, con ella Barney cierra una de las piezas más perfectas de arte moderno.
De esta parte de la serie puedo afirmar que la música es absolutamente sublime. No solamente porque es un tributo a las artes escénicas o porque la historia sea menos abstracta, también la música está interpretada por la orquesta de cámara de Budapest y los escenarios donde se desarrolla son exquisitos.
Es una trágica historia de amor en decadencia que tiene lugar en Hungría, se presenta a manera de ópera. Mientras un mago va en busca de su amor, la mujer le prepara el camino a la muerte a través de un aria. Con extrañísimos personajes sin piernas que encarnan una especie de ángeles caídos, esta obra presenta el leitmotiv de las historias de amor, es decir siempre se repite.
Complejo, hermoso, simplemente maravilloso.
Para más info pueden checar http://www.cremaster.net/ y http://www.guggenheim.org/exhibitions/past_exhibitions/barney/index.html