The curious case of Benjamin Button de David Fincher (2008)
Honestamente no tenía muchas ganas de ver la película. Vi el avance y parecía una buena historia pero no los suficiente. El caso es que a la mera hora me invitaron y ni modo de decir que no. En ese momento traté de convencerme de que sería buena tomando en cuenta dos elementos: David Fincher y Brad Pitt, director y protagonista.
Una vez más y como me gusta que suceda, mis expectativas fueron superadas, y con creces. El planteamiento de la historia es sencillo, y es simplemente una inversión de la forma en que naturalmente ocurren las cosas. Es decir, uno comienza su vida siendo un pequeño ser indefenso y la termina (en el mejor de los casos) como un organismo deteriorado igual de indefenso. Algo que fácilmente puede resumirse en la siguiente expresión: "los extremos se tocan".
Tal como lo sentencia la historia Benjamin Button es alguien "especial", y su vida no podía ser diferente. Realmente habría sido un desperdicio que alguien que nace viejo y muere en la más temprana de las infancias, tenga una vida aburrida ¿no lo creen?
Es así como la película transcurre narrando la curiosa vida de Button. Pasando de aventura en aventura, tratado de ser alguien, viviendo una vida que él recorre de espaldas. Me recordó mucho al tipo de fantasía que manejó Tim Burton en Big fish. Algo que no sé si pueda ser comparado con eso que llaman Realismo mágico en la literatura latinoamericana. Sucesos extraordinarios enmarcados en un contexto completamente cotidiano.
Y como parte de la magia no podía faltar el elemento mágico por excelencia: el amor. Por lo que buena parte de la historia se va en eso, en la búsqueda perpetua del mejor de los amores, el primero.
Una buena película, algo larga como suelen ser las de Fincher (sólamente recordemos Zodiac), pero disfrutable al cien. Es más, si eres lo suficientemente sensible hasta podrías llorar.
Para cerrar, otra cosa que me llamó a atención es que es la primer película que veo en la que se refleja el impacto del paso del huracán Katrina por Estados Unidos. Un desastre natural de consecuencias apocalípticas para New Orleans y que justamente The curious case… retoma como una especie de pacto con la natrualeza, algo así como, una forma de aceptar que lo que pasó, pasó, pero a su paso dejó un profunda huella en el inconsciente colectivo.
Una vez más y como me gusta que suceda, mis expectativas fueron superadas, y con creces. El planteamiento de la historia es sencillo, y es simplemente una inversión de la forma en que naturalmente ocurren las cosas. Es decir, uno comienza su vida siendo un pequeño ser indefenso y la termina (en el mejor de los casos) como un organismo deteriorado igual de indefenso. Algo que fácilmente puede resumirse en la siguiente expresión: "los extremos se tocan".
Tal como lo sentencia la historia Benjamin Button es alguien "especial", y su vida no podía ser diferente. Realmente habría sido un desperdicio que alguien que nace viejo y muere en la más temprana de las infancias, tenga una vida aburrida ¿no lo creen?
Es así como la película transcurre narrando la curiosa vida de Button. Pasando de aventura en aventura, tratado de ser alguien, viviendo una vida que él recorre de espaldas. Me recordó mucho al tipo de fantasía que manejó Tim Burton en Big fish. Algo que no sé si pueda ser comparado con eso que llaman Realismo mágico en la literatura latinoamericana. Sucesos extraordinarios enmarcados en un contexto completamente cotidiano.
Y como parte de la magia no podía faltar el elemento mágico por excelencia: el amor. Por lo que buena parte de la historia se va en eso, en la búsqueda perpetua del mejor de los amores, el primero.
Una buena película, algo larga como suelen ser las de Fincher (sólamente recordemos Zodiac), pero disfrutable al cien. Es más, si eres lo suficientemente sensible hasta podrías llorar.
Para cerrar, otra cosa que me llamó a atención es que es la primer película que veo en la que se refleja el impacto del paso del huracán Katrina por Estados Unidos. Un desastre natural de consecuencias apocalípticas para New Orleans y que justamente The curious case… retoma como una especie de pacto con la natrualeza, algo así como, una forma de aceptar que lo que pasó, pasó, pero a su paso dejó un profunda huella en el inconsciente colectivo.
