Clerks de Kevin Smith (1994)
Empezamos.
Llegué a esta cinta porque alguna vez vi una película de dos personajes peculiares: Jay y Silent Bob, cuando busqué sobre ellos descubrí que su primer aparición la realizaron en la segunda película de Kevin Smith. Así que decidí empezar desde el principio para descubrir quienes eran esos personajes.
La sorpresa fue grande. Yo esperaba una comedia boba pero con chistes buenos y me encontré con una comedia inteligente. Un trabajo rústico, evidencia de una etapa temprana en la obra del director, con un trabajo de producción modesto, sencillo, pero sustancialmente compleja.
Reflejo de una esperanza de vida dominada por un futuro incierto, resultado las consecuencias culturales experimentadas por una juventud cuyo playground eran, en ese momento, los 90s.
Una comedia que se alimenta de las vicisitudes cotidianas de un par de amigos que trabajan como encargados de un par de negocios de éxito moderado, insatisfechos con el devenir de su existencia.
Refleja claramente dos posturas, opuetas entre sí, desde las que se puede enfrentar tal situación. Por un lado está Dante, quien muestra una actitud más resignada ante la situación, de caracter débil, que está esperando que alguna oportunidad se presente por sí sola, como resultado de vivir una vida conforme a la norma general y a las prácticas socialmente establecidas. Por el otro, tenemos a Randal, de carácter desafiante y sin temor a romper la norma para poder ser quien desea, al menos en grado alguno,
Con todo y eso, el final se queda corto. No es proporcional al desarrollo y complejidad del conflicto central, siendo un desenlace pobre con dejo de negligencia.
Sin duda una película interesante, pero que fácilmente puede ser sobrevaluada.
Llegué a esta cinta porque alguna vez vi una película de dos personajes peculiares: Jay y Silent Bob, cuando busqué sobre ellos descubrí que su primer aparición la realizaron en la segunda película de Kevin Smith. Así que decidí empezar desde el principio para descubrir quienes eran esos personajes.
La sorpresa fue grande. Yo esperaba una comedia boba pero con chistes buenos y me encontré con una comedia inteligente. Un trabajo rústico, evidencia de una etapa temprana en la obra del director, con un trabajo de producción modesto, sencillo, pero sustancialmente compleja.
Reflejo de una esperanza de vida dominada por un futuro incierto, resultado las consecuencias culturales experimentadas por una juventud cuyo playground eran, en ese momento, los 90s.
Una comedia que se alimenta de las vicisitudes cotidianas de un par de amigos que trabajan como encargados de un par de negocios de éxito moderado, insatisfechos con el devenir de su existencia.
Refleja claramente dos posturas, opuetas entre sí, desde las que se puede enfrentar tal situación. Por un lado está Dante, quien muestra una actitud más resignada ante la situación, de caracter débil, que está esperando que alguna oportunidad se presente por sí sola, como resultado de vivir una vida conforme a la norma general y a las prácticas socialmente establecidas. Por el otro, tenemos a Randal, de carácter desafiante y sin temor a romper la norma para poder ser quien desea, al menos en grado alguno,
Con todo y eso, el final se queda corto. No es proporcional al desarrollo y complejidad del conflicto central, siendo un desenlace pobre con dejo de negligencia.
Sin duda una película interesante, pero que fácilmente puede ser sobrevaluada.
